En cada llegada de las fiestas, mi "cabronitud" antisocial aflora y se manifiesta pecho erguido, brindando explicaciones acerca de mi deseo inversamente proporcional a pasarlo en familia o reuniones muy abultadas. Pero, una amiga que tiene la sabidurìa del Alerce, me escribiò un mail simple, conciso, que se abriò camino como una flecha hasta mi cuore haciendo chas chas en la cola de mis mañas.
" Las fiestas....jaja...que tema! Yo con la vejez y la maternidad, me fui amigando con las festividades.
Básicamente, como siempre, hice una readaptacion de una tradición a algo q tuviera sentido para mi y mis sinceros sentimientos.
Por eso uso este momento del año como un balance, una forma de crecer y agradecer. Y trato de que mis hijos también lo vivan así.
Que genuinamente se alegren y agradezcan cuestiones que nos son cotidianas, pero un privilegio...
Para más adelante tratare de lograr inculcar en ellos el sentimiento del perdón, la compasion y comprensión...
Osho ni arranca al lado mio!
Yo tambièn tengo mi lado cursi más allá de montaner: una vez fuimos c uno de mis hijos, el mas torpe, atolondrado,etc, a un sucio baño de un club. El 4 años. Salimos cada uno de su baño...y mientras nos lavabamos las manos, el me dice: viste que hermosa flor, mama? Y yo ahi senti q yo era la mejor mama del mundo. Q estaba logrando con mis hijos lo q mas me importaba en el mundo: q pudieran ver sobre todas lad cosas, la grandiosa belleza de lo naturalmente bello.
Y me fui del baño de la mano del mejor hijo del mundo ".
Luego de leer sus palabras, la quiero y admiro mucho màs que antes de ayer...
Calaverita Mateos
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