ESPEJOS DE AGUA
(Leyenda Patagònica)
Cerca de Corcovado, luego de un desvío que va desde la ruta hacia un pequeño valle custodiado por montañas de frondosa vegetación y cimas plateadas por el invierno, viven los Jruingas.
Según los pobladores y puesteros de aquellos parajes, dicha senda no ha sido descubierta aun o tal vez si alguien la ha encontrado, ha decidido no levantar la perdiz por prudencia o respeto a los equilibrios de la magia y el universo.
Cuentan algunos relatos orales recopilados por historiadores patagònicos, que los Jruingas pertenecen a un linaje familiar que ha sobrevivido en aquel lugar desde tiempos en que el tiempo no sabía que era tiempo.
El trabajo de los Jruingas es esencial para toda forma de vida.
Por medio de tareas artesanales en combinación con las artes secretas de la alquimia, fabrican día tras día, siglos tras siglo, paneles que unidos perfectamente conforman los espejos de agua. Desde ríos y lagos hasta colosales océanos.
Algunos afirman que en Corcovado si conocen la huella que conduce hasta el asentamiento de los Jruingas, pero se mantienen prudentes y silenciosos, sabedores de la importancia del trabajo realizado por aquella familia entre las montañas.
Un desprendimiento de la leyenda nos dice que los conocidos charcos que fatigan las calles y patios del mundo, son los espejos de agua que se rompieron o ensuciaron y a los cuales los Jruingas distribuyen por el mundo azarosamente para mantener la atención e importancia de los espejos de agua para la vida del planeta.
Calaverita
www.egononfui.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dejanos tu mail o telefono para poder conectarnos con vos. Muchas gracias!