La palabra persona deriva del latín "persona", máscara utilizada en el teatro de la antigüedad para amplificar la voz del personaje que se quiere representar.
Si nos pensamos en momentos diferentes, hogar, trabajo, fila del banco, partido de fútbol, etc etc sabemos que en cada uno de esos ámbitos habitan individuos con caracteristicas diversas, por naturaleza, por construcción social o simplemente por la función que cumple en ese lugar.
Usamos lenguajes, gestos, articulaciones del pensamiento diferentes de acuerdo a lo que el foro en ese instante demande.
No es desubicado imaginar el océano de seres humanos multiplicando por doquier sus máscaras, según la ocasión. Pero hay una leyenda entre los fantasmas borrachos del ya fantasma mítico bar esquelense, "Negro el Once", el cual decía que en un futuro cercano una gran grosella còsmica impactarà contra la Tierra produciendo un sacudòn tan impresionante que todas nuestras màscaras saltarán de nuestros rostros y se mezclaran con las demás en una orgia de identidades.
Luego del golpe frutal contra nuestro planeta, las personalidades no seràn lo que eran, los verduleros hablarán con el lenguaje de los matemáticos; las bellas damas lanzaran improperios en las pasarelas de la moda y los hinchas de fútbol asistirán vestidos elegantemente a alentar a su equipo preferido. Los abogados, tras las rejas, escucharán los testimonios de los delincuentes que intentarán salvarlos de la prision; y los psicologos, acostados en un diván del consultorio, contarán a un señor vestido de Napoleón todas sus locuras.
Y los niños, con guardapolvo blanco, cercanos al pizarròn le contarán a sus profesores de historia unas narraciones orales extrañas acerca de un mundo antiguo en donde ellos, los profesores, eran los encargados de construir el cuento de la historia universal.
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